El Maté. ¿Qué estás tomando, boludo?

Para un extranjero el maté parece un poco raro: ¿es una bebida? ¿están fumando esa cosa? Tampoco ayuda que los argentinos, entre otros, lo llevan por todos lados, planteando cuestiones de si ¿es legal a fumar esa cosa a dentro del aeropuerto? o ¿si esos padres pueden tomar esa bebida alcohólica mientras manejan con sus niños atrás? En realidad el maté es parte de la cultura, de la identidad argentinam y penetra todos los aspectos de la vida. Pero, ¿qué es el maté?

Argentina


Imagen: Sascha Grabow
Originalmente, la palabra “maté” provenía del idioma de los quechua, una población indígena de Sudamérica ubicada en lo que es Argentina hoy. Esencialmente, hay cuatros partes cruciales en construir el maté ideal: el primero es la calabaza. Hecho de la fruta de la calabaza tradicionalmente, la textura absorbe los sabores naturales de lo que es la segunda parte más importante: la yerba mate.

La yerba mate es una hoja nativa de esa región y se ha usado como té por muchos años. Después tenemos la bombilla, que es usada como una paja pero tiene un filtro en el punto para mantener la yerba dentro de la calabaza. Finalmente, el agua caliente, calentado a la temperatura perfecta, justo antes del punto de ebullición para mantener el oxígeno dentro del agua para hacerlo más fácil de tomar. Con todas estas cosas preparadas, solo falta la buena onda para disfrutar un poco de la cultura argentina tradicional.

La gente de Argentina es muy amable y abierta (con otros argentinos, quizás no con todos) y eso es algo muy importante al proceso de tomar esa bebida local porque hay un orden estricto dentro de un grupo en cuanto a los turnos. Ahora ya sabe cual es la bebida que todo el mundo está tomando por las calles de Argentina. Realmente, es la mejor manera a acostumbrarse a la Argentina y hacer algunos amigos nuevos rápidamente.IMG_2440


Del autor: El tema del maté me interesa mucho porque conecto el maté con la experiencia de aprender español. Los recuerdos de tomar maté en un grupo de extraños entre las montañas frías de Bariloche sin entender las conversaciones no suena como algo valioso, pero me acuerdo específicamente de los progresos alcanzados desde el principió de esas noches y al final; todos alrededor del maté. Agradezco el maté, por sus poderes y sabor.

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