Educación financiera, para todas las edades

Cuando decidí postular a MIIS para el programa de política internacional del medioambiente, nunca se me hubiera ocurrido estudiar un MBA. No me interesaba mucho el mundo económico pero el programa mixto de cinco semestres me pareció práctico. Hoy, al principio del segundo semestre, entiendo del valor profundo de una educación en el campo de finanzas y me encuentro preguntándome con frecuencia… ¿Cómo es que no sabía todo esto antes?

 Armada con esta información nueva, se me ha ocurrido algo. ¿Y si la educación financiera fuera enseñada desde la juventud, veríamos una polarización tan profunda entre las clases socioeconómicas? ¿Si la gente común estuviera mejor preparada para identificar la corrupción financiera, la letra pequeña, tendrían las corporaciones tanto poder? ¿Serían capaces de seguir manipulando la política publica como hacen hoy?

Los factores más influyentes que contribuyeron al desmoronamiento del mercado inmobiliario de 2007-2008 fueron una falta de conocimiento por parte del consumidor y una falta de transparencia por parte de los bancos. Muchas hipotecas de tasas ajustables fueron expedidas a gente que no fue capaz de repagarlas. Gracias al juicio hipotecario, más de 25 prestamistas se declararon en quiebra y fueron los prestatarios los que sufrieron. Sin un conocimiento básico de ciertos conceptos financieros, el público es vulnerable a la manipulación. La falta de transparencia no es muy evidente si no sabes lo básico.

Si los estudiantes del colegio son capaces de aprender cálculo, seguramente podrían entender las finanzas, por lo menos a un nivel básico. Creo que una educación financiera podría ser una herramienta útil en el esfuerzo de reformar nuestro sistema capitalista.

Entender cómo funciona nuestra economía provee a uno con la capacidad de protegerse y de saber cómo utilizar nuestro dinero de la manera más efectiva. Si queremos cultivar una cultura de emprendimiento social, en que la sociedad de mercado funciona para toda la sociedad, es importante que conozcamos las reglas del juego desde pequeños.

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