En un mundo en el que aún existe estigma social alrededor de la salud mental, estamos prestando poca o ninguna atención a los trastornos de la salud mental en los niños. La creencia generalizada es que sólo los adultos sufren de depresión, ansiedad y otros trastornos psicológicos. Desafortunadamente, estudios más recientes han demostrado que este supuesto no es sólo incorrecto sino también peligroso.

De hecho, cada año 3 millones de niños son víctimas del maltrato y la desatención, solo en los Estados Unidos. Es decir, por cada soldado sirviendo en una zona de guerra, hay 10 niños en peligro en sus propios hogares, según Dr. Bessel van der Kolk, un experto en trauma. Esta estadística es alarmante teniendo en cuenta que la mayoría de los trastornos mentales en adultos empiezan en la infancia. La carga emocional y financiera de las enfermedades mentales crónicas no deben ser subestimada. Jamás.

Actualmente, hay soluciones como la terapia que alivian el dolor. Sin embargo, muchos niños sufren de dolor físico y trauma emocional, como resultado de personas cercanas, como familiares, cuidadores y amigos de confianza, que los convencen de que deben mantener el secreto. Además, hay muchas otras barreras de terapia como la guerra, pobreza y cuestiones culturales. Por eso, para los niños, es muy difícil buscar terapia y mucho más recuperarse.

Por ejemplo, en un artículo publicado en el New Yorker, Junot Díaz explica cómo sus recuerdos de violaciones en la infancia siguieron destruyendo todos los aspectos de su vida. Según el escritor, el trauma es un viajero del tiempo, como el uróboro que engulle todo lo que estaba allí antes.

Aún queda mucho por hacer para asegurar la salud mental de nuestros niños. Debemos empezar destruyendo el tabú y haciendo frente a las problemas de salud mental en nuestra sociedad. Es el momento de descubrir al asesino silencioso.