Las armas nucleares no garantizan la seguridad

El año que viene llevaremos más de 74 años sin armas nucleares. Desde 1945 no hemos tenido una guerra mundial, lo cual no debería justificar la proliferación de armas nucleares.

Este tipo de armamento es peligroso y requiere máxima prudencia. Las armas nucleares no pueden ser la solución para todas las necesidades de seguridad de un país. Hay una percepción común de que las armas nucleares pueden llevar a una nación aislada u oprimida a una posición de prestigio y seguridad internacional. La realidad es muy distinta. Las armas nucleares pueden exacerbar la inseguridad de un país.

La preocupación principal es que la existencia de las armas nucleares aumenta inherentemente la posibilidad de su uso. No solo hay preocupación por un ataque deliberado; un accidente puede causar el robo o la perdida de las armas. Ya hay más de 15.000 armas nucleares en el mundo, la mayoría de las cuales están en Rusia y los EEUU. Estos países tienen décadas de experiencia con el manejo de armas nucleares, materiales radioactivos y misiles balísticos.

Mientras tanto, ha habido 32 accidentes que resultaron en el lanzamiento accidental, la detonación, el robo o la pérdida de armas nucleares. De estos casos, seis armas nucleares fueron perdidas y no han sido recobradas. Si los países con menos experiencia, menos infraestructura, o más inestabilidad política y social las obtuvieran, habría más riesgo de mala gestión y accidentes.

También, existe la posibilidad de que la mala comunicación o la falta de un proceso riguroso pueda inducir a un lanzamiento de armas nucleares. Especialmente con países cercanos, como India y Pakistán, los líderes no tienen mucho tiempo para reflexión, debatir o responder si existe la sospecha de un lanzamiento. Estas limitaciones pueden causar cálculos erróneos o un fallo de comunicación. Además, las inclinaciones y emociones de los líderes pueden entrar en sus procesos decisorios, resultando en una mala decisión. Sin la dedicación explícita y permanente para prevenir estos errores, corremos un gran riesgo.

Las armas nucleares no son la solución perfecta. En realidad, hay muchos riesgos alrededor de su proliferación. Los países que consideran esta opción deben pensar seriamente en estas cuestiones.

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