¿Aliados o Enemigos? La Traducción Automática y los traductores e intérpretes

Imagínate que eres un traductor o intérprete y cada vez que sale un nuevo producto de traducción automática, alguien siempre te recuerda que pronto te vas a quedar sin trabajo.

Por años estas conversaciones han formado parte de las vidas de traductores e intérpretes. ¿Sin embargo, cual es la razón fundamental por la que estos profesionales no se encuentran en pánico? ¿Cómo es que esta tecnología les puede ayudar?  

Primero, la tecnología como Google Translate representa una forma básica de traducción automática, pese a sus avances recientes. Es decir, es una solución instantánea, que puede auxiliar por ejemplo a un turista que se encuentre en un país donde no entiende el idioma hablado. De hecho, alguna vez yo fui ese tipo de turista cuando me encontré en Japón, perdida en la traducción.  No obstante, como estudiante de traducción y localización, sé que no puedo confiar a ciegas en este tipo de tecnología.

Traductores e intérpretes profesionales han expresado como este tipo de tecnología aun no puede reemplazarlos al no tener la capacidad de expresar emociones. La emoción es una característica humana, y aunque hoy exista tecnología avanzada e innovadora, todavía no pueden registrar expresiones faciales, tonos; no pueden localizar un texto con dichos, referencias culturales, o el estilo de un autor al traducir su literatura.  

Con todo esto, se podría concluir que los programas de traducción automática no sirven de nada. No es el caso. La traducción automática les sirve como aliado al ayudarlos en eliminar tareas redundantes y producir proyectos con más velocidad. Por ejemplo, existen tecnología avanzadas como las Herramientas TAO (herramientas de traducción asistida por ordenador) o CAT, por sus siglas en inglés, que incluyen terminología que se ha traducido en el pasado. Como resultado, el traductor puede terminar un trabajo de forma mucho más rápida.

Se puede concluir que la relación entre la traducción automática y los traductores e intérpretes se podría complicar en el futuro si la tecnología se desarrolla emocionalmente. Sin embargo, al menos que esta tecnología pueda razonar con los sentimientos o entender referencias culturales, los profesionales lingüísticos no deben buscar nuevos trabajos en las páginas de clasificados. Al contrario, pueden investigar más sobre como este tipo tecnología no es su enemigo sino su aliado.        

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