Hay más de 50 millones de niños por el mundo que no tienen acceso a la educación debido a la guerra. La mayoría de estos niños han crecido en zonas de conflicto donde no es seguro ir a la escuela. En partes del Oriente Medio y el norte de África, específicamente, un 40 por ciento de la población de niños de edad escolar no asisten a la escuela.
En el pasado reciente, las escuelas se hicieron blancos de ataque en zonas del conflicto y como resultado, los maestros han estado tan aterrorizados que no quieren enseñar y los padres no quieren que los niños vayan a un sitio tan peligroso. Aún el camino a la escuela hay riesgos porque los niños son vulnerables a los paramilitares que reclutan y fuerzan a los niños ingresara su partido.
En algunos países donde los conflictos han durado muchos años, hay niños del tercer año que nunca han estado en una sala de clase.
Las repercusiones de estas estadísticas tendrán un impacto traumático para los niños que están denegados la oportunidad de tener una educación, según El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas. Estos niños son el futuro de, no solo estas sociedades, sino el mundo en conjunto.
El problema no termina cuando los niños emigran a nuevos países con sus familias. En los países donde piden asilo, muchas veces no hay recursos suficientes ni espacio en las escuelas para tantos estudiantes. Por ejemplo, el caso actual en Europa con el influjo de refugios sirios. Es una situación grave para estos niños; están en peligro de perder su educación y, como resultado, sus futuros.
