Hasta el año 1981, cuando la primera escuela integrada fue fundada en Belfast, todos los alumnos en Irlanda del Norte asistían a escuelas segregadas por la religión. Aún hoy en día, un 95% de los niños que viven en esta región van a escuelas católicas o protestantes y muy pocos asisten a escuelas integradas. ¿Qué significa un sistema educativo así para el futuro de una región todavía recuperando de los conflictos que han afligido su historia? 

Para entender este fenómeno, hay que saber un poco de la historia de Irlanda del Norte. Después de siglos reinado de Gran Bretaña, los irlandeses se unieron y se rebelaron por su propio país al principio del siglo 20. Estas manifestaciones culminaban en la creación del “Estado Libre de Irlanda” en 1921, conocido hoy como la República de Irlanda.

En el noreste del país vivía la mayoría de los protestantes quienes, por la mayor parte, fueron los descendentes de los ingleses y los escoceses que llegaron a Irlanda en el siglo 17. Esta población quería mantener su relación con Gran Bretaña y de por si “Irlanda del Norte” fue establecido como constituyente del Reino Unido.

Desde este punto histórico han habido muchos problemas políticos en la region por el choque de culturas y los objetivos que tenían. Un grupo, los nacionalistas (que fueron la mayoría católicos), querían estar unificados con el resto de Irlanda. Otro grupo, los unionistas, se identificaban con la cultura de Gran Bretaña y querían seguir una parte de ese gobierno. Ellos fueron, por la mayor parte, protestantes.

Aunque el conflicto no vino de un tema religioso, la religión ha sido una marca de identificación para determinar las opiniones políticas de una persona. Fue una de las causas de controversia y violencia durante los 30 años de “Los Disturbios” que justo terminó en 1998.

Después de tantos años de tensión, no fue muy realista implementar escuelas integradas aunque habían un poco de interés. La gran parte de la población en Irlanda del Norte deseaba enseñar religión en las escuelas y por eso los católicos tienen sus propias escuelas y los protestantes tienen las suyas. Los niños están separados desde sus primeros años y crecen así. La pregunta es si el sistema educativa está fomentando la division de la sociedad de Irlanda del Norte.