La arquitectura de Samoa contra el cambio climático

La arquitectura es algo que nos afecta a todos. Cómo vivimos, donde vivimos y con quién vivimos. Prácticamente pasamos casi toda nuestra vida en edificios y debemos prestar más atención a cómo estos espacios nos afectan. Algunos sostienen que la arquitectura es esencial en enfrentar los problemas sociales y en este artículo nos enfocaremos en la arquitectura del pasado y sus posibilidad de inspirar nuevas soluciones.

Figura 1: Cambio contemporáneo en el fale samoano

Las Islas del Pacífico están repartidas en 30,000 islas diferentes desde los atolones más chiquitos hasta las regiones grandes como Australia, un continente. En total, las islas del Pacífico son el hogar para más de 2 millones de personas que viven en un tercio de la faz de la tierra, contando con el agua. 

Esta área incluye, entre otras islas, Samoa, Tonga, Micronesia, Fiji, Tahiti, Marquesas, Islas Solomon, Islas Cook, Rapa Nui, Nueva Zelanda y Hawai’i. A raíz del cambio climático, estas islas son las más vulnerables a las condiciones climáticas extremas como los tsunamis, ciclones y grandes tormentas. Algunos eruditos están mirando al pasado para buscar soluciones tradicionales en tiempos modernos. Único a los climas tropicales es su arquitectura; edificios muy simples pero efectivos y desarrollados con sus alrededores en mente. 

Figura 2: Dos tipos tradicionales del fale Samoano

En este ejemplo de las islas de Samoa, observamos estructuras redondas con columnas fuertes de apoyo. El espacio es abierto, sin paredes y funciona como un lugar de transparencia y cohesión social. Estos edificios se llaman “fales” y aunque actúan como una balanza entre apertura y cierre, funcionan también como centros de seguridad y protección. Las Islas reciben lluvias y vientos fuertes que destruyen comunidades y edificios modernos, pero todavía los fales se mantienen en pie. Los diseños y la construcción de estos edificios no son muy complicados, pero requiere talento y la colaboración de varias personas.

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Figura 3: El Fale Ali’i, un caso de estudio en el Centro Cultural de Polynesia

Los recursos usados para construir estas estructuras vienen de la naturaleza: hojas de pandanos (un árbol), madera del hibiscus (otro árbol), p tejido de fibras de coco para asegurar el techo sin el uso de clavos y metal. En una forma moderna, vemos los mismos patrones pero con materiales diferentes: hormigón, acero y vidrio. Construidos desde el principio para resistir a las condiciones extremas, ¿se podrían combinar la arquitectura tradicional con la arquitectura moderna para proveer soluciones sociales y ambientales? En un breve documental, el arquitecto samoano Tuputao-Belford Laulelu comenta:

Me gustaría decir que hay un renacimiento nuevo especialmente en el contexto diaspórico y de Nueva Zelanda, el renacimiento en torno a las artesanías tradicionales de la tufunga faifale y eso se está buscando ahora especialmente ante el cambio climático … hasta el día de hoy todavía estamos tratando de encontrar diferentes maneras de interpretar algunos de estos prácticas culturales. Y este en particular, este proyecto, se convierte en una oportunidad para revivir la artesanía de la tufunga faifale, pero en un sentido contemporáneo”.

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Figura 4: Residencia de Oficiales de Princiale en Samoa

En áreas que experimentan desafíos similares con la región tropical de Samoa, la infraestructurasSamoana puede ser implementada: Techos redondos permiten que la lluvia se aleje de la casa. Las columnas de soporte refuerzan la estructura cuando pasan vientos fuertes. Los espacios abiertos, que son agradables en climas más cálidos, promueven transparencia y cohesión en la comunidad. Los espacios sin paredes pueden darnos la oportunidad de apreciar lo que tenemos alrededor de nosotros.

Hay algo cautivador sobre la arquitectura del pasado y la idea de implementarlo en tiempos modernos. Es vivir en otro tiempo y sentir un elemento de nostalgia aunque no lo hayamos experimentado antes. Empezamos a pensar de forma diferente y eso es la esencia del pensamiento de diseño y la innovación. Los tiempos en los que estamos viviendo son únicos, con tantas oportunidades para aprender del pasado y nuevos recursos para experimentar en el presente. La fusión ha tenido éxito en film, tecnología, comida y modos de vida que nunca han existido antes… ¿Por qué no podemos hacer lo mismo con la arquitectura? 

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